
Reflexión con dibujo.
Septiembre 2019. Playa de Peñíscola. Desde mi hamaca, bajo el toldo, hice este dibujo; ajeno, como todos, a la confinada primavera que nos venía después.
Ayer, leía que el filósofo Aristóteles (siglo IV a.C.), ya sentenciaba entonces que «ES MUY PROBABLE QUE ALGO IMPROBABLE SUCEDA».
Si Aristóteles tenía razón, y parece que veinticinco siglos lo avalan, me pregunto por qué seguimos remoloneando en preservar la Naturaleza sobre peligros que si parecen más que probables.